Diario de una procrastinadora // Día 4
DÍA 4
Acaso por fallos de un algoritmo o por cristalina procrastinación puedo aterrizar yo en un artículo que explique “Los mejores ejercicios para correr más rápido o aguantar más kilómetros”.
En mi curriculum vitae dice que he practicado el running in extremis y por cortos intervalos (para alcanzar un autobús o un tren) y que corrí una maratón en una única oportunidad histórica.
Fue en 1990, en las olimpíadas anuales de mi colegio secundario, por orgulloso sacrificio de grupo: debíamos cumplir algún tipo de mínimos y yo me presenté voluntaria. Salí a paso decidido detrás del pelotón, sostuve el ritmo mientras el paisaje pasaba borroso a mi lado y fui la última de varios cientos de participantes en llegar.
Cuando ya estaban barriendo hasta el confeti y no esperaban a nadie más, crucé la meta y me desmayé.
Al abrir los ojos no estaba toda mi clase aplaudiendo el gesto heroico, sino mi madre acusándome de haber puesto en riesgo mi vida con semejante aventura. Por suerte, llegó mi hermana algunos años después para limpiar el buen nombre atlético de la familia, brillando en carreras de cross, partidos de voley y competiciones de gimnasia artística.
Esta lectura (igual que mi trayectoria deportiva) podría haber quedado en el olvido, pero soy de aprovecharlo todo.
Mis hijos me piden que abandone el reciclaje obsesivo cuando les sirvo los calabacines ya en su cuarta versión: un carpaccio que ha sido transformado en wok para luego rellenar un burrito que, horneado y con mozzarella por encima, acaba en una crujiente pizza.
Y es a causa de mi pasión por el upcycling (no, no es un deporte con bicicleta para levantar los glúteos, sino una modalidad de bricolage que se ocupa de convertir un desecho en algo de más valor) que usaré los tips para deportistas en este texto y lograré convencerme de que los he mejorado.
El artículo comienza así: “Si quieres dar un paso más en el camino del running habrá que combinar los días de carrera con una serie de ejercicios. ¡Pruébalos! Notarás la diferencia”
Yo insisto en que para llevar a cabo cualquier proyecto creativo tenemos que ir a la acción y me parece que recortando verbos por aquí y añadiendo complementos directos por allá, todos estos consejos pueden servir (los paréntesis son míos, claro):
“El running (la escritura / la pintura / el marketing online / el macramé) es uno de los ejercicios que más engancha porque una vez decides atarte los cordones, colocar tu música favorita (sacar tu lienzo / encender tu ordenador / ponerte un pódcast / servirte una infusión) y lanzarte a por esos kilómetros, (a por esos párrafos / por esos collages / por esos seguidores / por esos nudos) llega un momento en el que, ya seas un principiante o un corredor consagrado (escritora / pintor / artesano / consultora), quieres más.
Pero para ir superando estas metas hay que tener constancia y preparación. Hay una serie de ejercicios que mejorarán tu resistencia, fuerza y técnica y te harán la carrera más fácil. Veamos cuáles.”
Y los "cuatro tipos de entrenamientos que debes combinar", según la periodista, son:
Carrera continua: Entrenamiento de resistencia
Series: Entrenamiento interválico
Sentadillas: Entrenamientos de fuerza
Skipping: Entrenamiento de técnica
Estoy segura de que podrían adaptarse a todas las creaciones, que necesitan estas cuatro prácticas:
Aguantar: Entrenamiento de resistencia
Dosificar (con descansos, vida social, aire libre, etc.): Entrenamiento interválico
Fortalecer tu voz propia: Entrenamientos de fuerza
Mejorar la destreza: Entrenamiento de técnica
Según Lisa Congdon: “tu voz constituye tu punto de vista propio como artista. Incluye tu estilo particular —cosas como tu paleta de colores y tus símbolos, trazos y marcas característicos—, tu destreza, tus técnicas, tus temas o motivos y la coherencia con que empleas todas esas cosas”.
Y a su vez, asegura que la destreza es “hacer lo mismo una y otra vez hasta que seamos capaces de realizarlo con cierta facilidad”.
Por cierto, ahora recuerdo que llegué a ese artículo porque lo encontré justo debajo de otro que hablaba de Oliver Sacks. Dejé a medias un documental sobre la vida de este neurólogo y escritor para ir a googlearlo y aún tengo pendiente el resto.
Me interesó porque he leído “Gratitud”, un compendio brillante de cuatro ensayos que Sacks escribió luego de saber que tenía un cáncer terminal y he visto la película que se hizo en base a su libro “Despertares” (con Robin Williams, quien años después se suicidó a causa de una afección neurológica y sí, también hay un documental).
Dicen que lleva una media de 24 minutos volver al foco luego de una distracción de estas. No buscaré la fuente porque me llevará mínimo otros 24 minutos regresar.
La cuestión es que fui de la película calificada con 8,8 a los tips para runners y aquí estoy, en esta especie de sentadillas para mi proyecto, entrenamiento para mi fuerza de voluntad, y técnica para mi escritura.
Y quién sabe cuántos tesoros más, de esos que aparecen cuando me entrego sin tanto reparo a lo que sale de mi alma.
“Whatever is good for your soul, do that” (Lo que sea bueno para tu alma, hazlo) Frase impresa en una camiseta de dos euros del Carrefour.
Que no todo en la vida es Borges y psicología, aunque sea argentina.
Hasta yo me canso de mí.
Notas al pie:
Libros:
Encuentra tu voz artística, Guía esencial para descubrir tu identidad creativa, Lisa Congdon, Ed. GG
Gratitud, O. Sacks, Ed. Anagrama
Documentales y películas
Oliver Sacks, una vida
El deseo de Robin
Artículos
Oliver Sacks, autobiografía En Movimiento, La vanguardia
Los mejores ejercicios para correr más rápido o aguantar más kilómetros, Roxana Ibañez Machado, La Vanguardia