Diario de una procrastinadora // Día 8
Tomar decisiones. Organizar el tiempo y el caos. Sostener o demorar. Una carrera que a veces gano y casi siempre me deja sin aire. Descanso, retomo. Aquí va mi diario, si consigo escribir todos los días.
DÍA 8
Los azares de una familia de cinco miembros independientes me han dejado dos días sola.
He pasado a las filas de personas con autonomía desde que me siento segura para caminar hasta la playa, levantarme de la cama sin acrobacias, darme una ducha sin temor al desmayo. Las cicatrices son ya bidimensionales y parece que cada día les fuera aplicando un pincel de photoshop que las desenfoca y les quita saturación.
Desayuné con un pódcast de fondo en que una escritora cuenta cómo viajó tras los pasos de la autora de Mujercitas y acabó escribiendo un libro sobre un grupo de maestras norteamericanas que llegaron a la Argentina entre 1869 y 1898. Por sus biografías cruzan las figuras de dos tótems de la Historia y la Literatura que aprendí en el colegio: Borges (cómo no) y Sarmiento.
En el curso del fin de semana el escritor Jorge Carrión nos contó cómo una cena, un cuento, un viaje y otros accidentes, están en la genealogía que configuraron el artículo que leímos como ejercicio: una crónica de viajes, un poco ensayo, un poco perfil, sobre una escritora china muy famosa en su país y casi desconocida en España, donde vivió en las Canarias. Sanmao aprovechó que su familia política no entendía chino ni tenía acceso a sus libros y los puso de personajes de sus historias sin ninguna autocensura.
¿Qué misteriosos caminos puede seguir la creación?
Crear es dar realidad a algo que no existía antes. Y a la vez hacerlo con una materia prima que esté a disposición. Me maravilla cuando escucho estas historias, que tan poco tienen que ver con el método científico.
El método viene después, claro, el oficio. Construir personajes redondos o planos, con vida o vacíos, usar las palabras adecuadas, o los colores o las notas musicales. Aquello del 99 por ciento de sudor para cada dosis de inspiración.
Me dormí anoche viendo “Talking Heads”. No era un documental sobre la banda sino una serie de monólogos interpretados por actrices y actores muy conocidos del cine británico. La idea es simple: una sola persona habla de su vida mientras cambia el escenario tras un fundido a negro. Las actuaciones (he visto dos) son impecables y el argumento avanza sin tropiezos.
Lo de dormirme no tuvo que ver con el aburrimiento sino con la expiración de mi energía, cual Cenicienta, cuando sonaron las doce campanadas.
Y pienso en cuántas horas de trabajo, cuántas personas, cuántos talentos tienen que combinarse hasta cuajar en esa media hora que puedo luego calificar con una o cinco estrellas, indolente o fascinada, desde la omnipotencia de mi lugar de espectadora.
Un anonimato como el de Sanmao cuando describía maliciosamente a su suegra para millones de chinos.
En esas y otras cuestiones se ocupan los diversos actores de mi monólogo interior, mi talking head personal. Algunas de ellas, una microscópica fracción, acaban en esta página, gracias a azarosos mecanismos que no intento atrapar.
Notas al pie:
Libros:
Las señoritas, Laura Ramos, Ed. Lumen
Podcast
Vidas Prestadas, entrevista a Laura Ramos
Series
Talking Heads
Artículos
El sueño canario de Sanmao, Jorge Carrión