Diario de una procrastinadora // Día 15
Tomar decisiones. Organizar el tiempo y el caos. Sostener o demorar. Una carrera que a veces gano y casi siempre me deja sin aire. Descanso, retomo. Aquí va mi diario, si consigo escribir todos los días.

DÍA 15
Instrucciones para vivir una vida:
Prestar atención.
Asombrarse.
Contarlo.
Mary Oliver
***
Hace justo un mes estaba levantándome de la cama de una clínica para volver a casa después de una cirugía.
Me desperté de un sueño artificial con el dolor agazapado, la debilidad huyendo por toda la piel y una porción de mi anatomía, ausente. Cuatro tatuajes rosados en código morse dan cuenta del evento. Se dibujan por encima del delta que arañaron los embarazos, que a su vez diluyeron una apendicitis de la infancia.
Mi alma también mostraría cicatrices si tuvieran un inventario tan evidente. Ellas pueden pasarse la vida enmascaradas, asomando con estrategias esquivas, indirectas, especulares.
¿O el cuerpo es un mapa y el alma su territorio?
Digo un mes con intención de medir un tiempo inasible.
Digo un mes, cuatro semanas, setecientas treinta horas. Nombro a Cronos aun entendiendo que es Kairós: "un lapso indeterminado en que algo importante sucede", un momento-lugar "que siempre está por llegar y a la vez, ya ha pasado".
Decido que haré este diario veintiún días, arbitrarios y líquidos.
Decido lo único que puedo (o creo poder) decidir.
Abro una puerta ¿Qué hay detrás del vacío sólido que enmarca?
Solo lo sabré si lo cruzo, si me animo a cruzarlo aunque aún no sepa lo que sabré después.
Notas al pie:
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