Chau Mailchimp, hola Substack

Bienvenida a mi nueva casa textual

Me he mudado de país, de ciudad, de edificio, de escalera, de habitación. Muevo muebles como un ejercicio de desapego frecuente. Suelto objetos que ya no me hacen feliz sin nostalgia.

Mi mudanza más reciente es de plataforma donde escribir y publicar.

Podría parecer algo banal y sin embargo no lo es para mí. Este año de cambios revolucionarios en mi universo particular acaba con esta decisión tecnológica que, intuyo, tendrá efectos varios sobre mis hábitos textuales y, espero, sobre el alcance de mi trabajo.

Nombrarlo “trabajo” ya es toda una declaración de intenciones. Crear, sí; con mucho gusto, también; y además desde un lugar diferente, integrado a mi proyecto profesional. Reconociendo esa parte de mi identidad y formación, la de periodista, mientras dejo asomar un tímido, incipiente, vestido de escritora.

Llevo años en Mailchimp, me gustaba su simplicidad. Escribías emails en una interfaz de buen diseño y apretabas “enviar”, podías saber quién lo había abierto e invitar a más gente a suscribirse. Una idea simple. 

Con el tiempo se hizo más complejo, añadiendo funciones y limitando las posibilidades de las cuentas gratuitas. Hace rato que estoy desactualizada porque no me interesa ese enorme buffet de opciones si lo único que quiero es mi sencilla ensalada de siempre.

Como además de entusiasta soy una “influencer” de una comunidad a la que acompaño a crear su comunicación, he ayudado a crear muchas cuentas de Mailchimp durante estos años.

¿Por qué este cambio?

Al principio copiaba mis cartas en el blog de mi web. Dejé de hacerlo porque era esfuerzo duplicado, asumiendo la desventaja de que así se convertía en contenido efímero, inasible para quien no había coincidido con mi email.

Empecé con las cartas a principios de 2019. Recibí respuestas que me animaron a continuar. Hice varias series: el diario de una procrastinadora, memorias del nido vacío y ensayos minimalistas. Ya tengo el título de la próxima.

Este nuevo espacio me anima a todo esto.

Tengo muchas ideas, una nueva casa siempre agita mi creatividad. Creo que leeré estas cartas y serán un podcast también. Que haré una sección que hable de ese mundo digital que voy explorando. Espero volver a la escritura más regular con esta energía renovada después de un largo otoño de paréntesis.

Gracias a la recomendación de una amiga estoy aquí y espero poder compartir mis descubrimientos, tanto en la experiencia de publicar en Substack, como las lecturas que me encuentre por este espacio, alejado del ruido intenso de las redes sociales.

Es una carta que llega a tu email y es un blog. Podrás responderme en privado desde el correo, o en público en los comentarios. Confieso que me siento más cómoda en el modo epistolar que en el de escenario.

Inauguro algo, tiendo un hilo con la esperanza de que estés del otro lado.

¿Me acompañas?

Andrea

PD: Para ti que ya me leías, solo habrá un cambio de diseño, algún que otro ajuste en la llegada a tu email. Para asegurarme que me estás recibiendo, ¿podrías responder a este email aunque sea con un breve “hola”? Mil gracias.

PD2: si tienes una newsletter o un blog y también quieres mudarte, puedo ser tu guía.